Con una misa en la iglesia San Pablo de Ricaurte, Nariño, se conmemoraron este 2 de enero dos años y un mes de los asesinatos del Mayor Héctor Ramiro García Nastacuás y de su hijo Braulio Arturo García Nastacuás, quienes pertenecían al resguardo Palmar Imbí, del pueblo indígena Awá. Su familia sigue esperando una respuesta del Estado sobre la responsabilidad de las personas que cometieron este crimen, perpetrado después de la celebración de la Asamblea anual para elegir al gobernador del resguardo, y en el que además resultaron heridos tres miembros de la guardia indígena y otro campesino.
Como consecuencia del homicidio de sus dos líderes, la comunidad sufrió un quiebre en su tejido social y una fractura en su liderazgo. Y no es para menos, pues el Mayor Héctor Ramiro García, además de gobernador y Sabedor de la comunidad, luchó desde 1983 por la recuperación del territorio, junto con otros resguardos de la región; fue fundador del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte, Nariño (CAMAWARI) en el año 1992; inició el proceso de recuperación de tierras y la constitución del resguardo Palmar Imbí, el cual se logró el 10 de diciembre de 2002; impulsó la constitución de la guardia indígena para la defensa de ese territorio, la cual se creó en 2008; y lideró la creación de un centro educativo en el resguardo Palmar Imbí, y la posterior consolidación de un modelo de educación propia.
Héctor Ramiro era la persona que guiaba al pueblo del resguardo Palmar Imbí y mantenía viva la cultura Awá a partir de sus consejos y enseñanzas.
La muerte de Braulio Arturo, por su parte, afectó también la capacidad organizativa de esta comunidad, pues su asesinato ocurrió el mismo día en que había sido electo como gobernador para el año 2019. No es de extrañar, entonces, que en el resguardo Palmar Imbí por mucho tiempo hubiera temor de asumir el liderazgo y ocupar la gobernación, porque además las amenazas no han cesado desde el 2 de diciembre de 2018, fecha en que fueron asesinados padre e hijo.
“Yo creo que nosotros directamente como resguardo nunca nos vamos a reponer de esos hechos. Va a ser algo que quedó impactado en la comunidad. [Vamos a tener que buscar] un nuevo proyecto de vida, un nuevo camino para el resguardo donde se terminó el mayor”, aseguró Diego Guanga,coordinador de derechos humanos del resguardo Palmar Imbí.
A pesar de lo ocurrido, y aunque tienen mucho temor, los y las jóvenes de la comunidad y la familia García afirman que la palabra de sus líderes se mantendrá viva a partir del fortalecimiento de la guardia indígena, de la enseñanza de la lengua propia, y del cuidado de plantas, árboles y aves que se pueden encontrar dentro del territorio. Además de la misa celebrada hoy, para honrar su memoria la Reserva Natural de la Vida Awá, constituida en 2016 y la cual asegura la protección de 2000 hectáreas de bosque, hoy lleva el nombre de Héctor García.
La comunidad y la Comisión Colombiana de Juristas hacemos un llamado a las autoridades judiciales para que avancen en la investigación, esclarecimiento y sanción de estos hechos, en virtud de las medidas cautelares otorgadas el 16 de marzo de 2011 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Pueblo Indígena Awá de Nariño y Putumayo. Para mantener el proceso organizativo del resguardo Palmar Imbí y proteger eficazmente el liderazgo de los Mayores (autoridades tradicionales) del pueblo Awá, el Estado colombiano no puede permitir que estos asesinatos queden en la impunidad.