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Familiares de desaparecidos del Huila insisten en crear corredor humanitario para recuperar los cuerpos de sus seres queridos

Martes 03 de junio de 2025

Bogotá, 3 de junio de 2025. En enero se cumplieron 22 años de la desaparición de los comerciantes Reynaldo y Guillermo Cordón Herrera, su cuñado José Arbelay Losada Montenegro, y los conductores Edward Ipuz Rojas, Camilo Alejandro Casas Rodríguez y Jesús Alberto López. Además de conocer la verdad de lo ocurrido, sus familias han reclamado información sobre la ubicación de sus cuerpos, que, según las versiones voluntarias de algunos comparecientes del Bloque Oriental de las extintas Farc, están en los llanos del Yarí. Sin embargo, no ha sido posible recuperarlos por la presencia de disidencias de ese grupo armado en la zona.

Después de dos décadas de lo ocurrido, las familias siguen insistiendo en que la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) lleve a cabo las diligencias de prospección necesarias para encontrar a los comerciantes y conductores, y que, con la ayuda de otras instituciones o entidades, se establezca un corredor humanitario para que se puedan realizar las exhumaciones.

Durante 2024 se llevaron a cabo las primeras diligencias en una zona de interés que fue determinada gracias al proceso de contrastación de las fuentes de información de este caso para la apertura de un corredor humanitario, en el que participaron la Cruz Roja, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) y la UBPD. Sin embargo, no hubo mayor avance por las condiciones climáticas que también impidieron continuar con la labor de búsqueda.

Las familias de José Arbelay, Jesús López, Edward Ipuz, Camilo Casas, Reinaldo y Guillermo Cordón, además de sufrir la pérdida de sus seres queridos, deben enfrentar la frustración de no recibir justicia ni reparación, lo que agrava su dolor y prolonga su sufrimiento, sumado a la incertidumbre con la que cargan por no conocer su ubicación. A pesar de esto, siguen luchando por mantener viva la memoria de sus seres queridos y por obtener justicia, a menudo participando en movimientos de visibilización que buscan sensibilizar a la sociedad y demandar respuestas.

Contexto del secuestro y la desaparición

El 20 de enero de 2003, el comerciante de granos y abarrotes de Neiva, José Arbelay Losada, fue secuestrado junto a su conductor, Jesús Alberto López, por integrantes del Bloque Oriental de las antiguas Farc-EP, mientras se dirigían al Meta en un viaje de negocios.

Dos días después, el comerciante Reynaldo Cordón Herrera, cuñado de José Arbelay, también fue secuestrado en circunstancias similares cuando viajaba hacia la vereda Playa Rica, cerca de La Macarena, Meta. Un mes después, el 28 de febrero de ese mismo año, Guillermo Cordón, hermano de Reynaldo, se desplazó hasta esa región para buscar a su ser querido y terminó secuestrado.

Edward Ipuz y Camilo Casas, ambos conductores de José Arbelay, también fueron retenidos por integrantes de las Farc cuando se desplazaban a la vereda Playa Rica, Meta.

Según la información que se ha logrado recolectar por parte de los excombatientes que hoy comparecen ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), los comerciantes y conductores estuvieron tres meses en cautiverio. También se ha conocido que las seis personas fueron identificadas por las antiguas Farc como “enemigos” y que la orden de asesinarlos vino de los máximos líderes de ese grupo armado: Pedro Antonio Marín (alias Tirofijo) y Víctor Julio Suárez (Mono Jojoy).

Comisión Colombiana de Juristas

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