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Después de 31 años de su desaparición forzada, el caso de Olga Luz Chavarría y Jorge Eliécer Pérez sigue en la impunidad

Domingo 28 de marzo de 2021

Bogotá, 28 de marzo de 2021. Olga Luz Chavarría Areiza y Jorge Eliécer Pérez Morales eran militantes de la Unión Patriótica. Tenían 19 y 29 años, respectivamente, cuando fueron desaparecidos forzosamente el 28 de marzo de 1990 mientras se trasladaban en autobús a la estación Coonorte, ubicada en la plaza central de Yarumal, en Antioquia.  A mediodía fueron abordados por cuatro agentes de Policía que los detuvieron y trasladaron hacia una cafetería del mismo terminal. Después fueron llevados caminando hasta al Comando de Policía aledaño; desde aquel momento se desconoce su paradero. Para ese entonces, Olga Luz estaba embarazada.

A pesar de las súplicas de María Rosalba, madre de Olga Luz, quien acudió al comando de policía para indagar sobre su hija, los agentes presentes le indicaron que no tenían a ninguna mujer retenida y que la última detención que realizaron había sido 15 días antes. Más tarde, la madre regresó con el testigo Franci Marín, quien presenció la detención y reconoció a uno de los policías que estuvo en los hechos. Sin embargo, los agentes seguían negando lo sucedido.

Las múltiples denuncias interpuestas por la señora María Rosalba fueron ignoradas por las autoridades de Yarumal que, durante el primer año de investigación penal, no llevaron a cabo ninguna labor para la búsqueda de Olga y Jorge. Después de 31 años, todavía no hay respuestas y el caso sigue en la impunidad.

La incertidumbre y desconsuelo de María Rosalba ha crecido durante 31 años debido a la nula investigación de los hechos por parte de las autoridades del Estado, quienes han desviado la indagación con dilaciones injustificadas y con la constante reasignación del fiscal a cargo del caso. Aún se desconocen los móviles de la desaparición y la verdad sobre lo ocurrido; tampoco han sido vinculados los presuntos responsables de los hechos, a pesar de los indicios. Para la época del suceso, en Yarumal se vivía un contexto de violencia generalizada en contra de civiles y de militantes políticos por parte de grupos paramilitares que actuaban con el apoyo y la connivencia de la Policía del municipio, comandada por el mayor Cesar Camargo Cuchía.

Por estos hechos, la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), en representación de los familiares de las víctimas, presentó el 8 de agosto de 1997 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una petición individual de caso que fue admitida el 28 de julio de 2015. Actualmente se encuentra en etapa de fondo y a la espera de que el órgano internacional se pronuncie sobre el caso y expida el informe de fondo correspondiente.

Debemos volver una y otra vez a estos hechos, porque somos parte de la humanidad y las penurias de unos pocos son las penurias de todos; así que recordamos este caso para solidarizarnos con los familiares de Olga Luz y de Jorge Eliécer, para recordarles que caminamos junto a ellos y ellas por ese sendero tan espinoso y turbio con el anhelo de que no exista más impunidad y de que se enaltezca la verdad, justicia y reparación que nos permita consolidar esa tradición de la no repetición.

Comisión Colombiana de Juristas

Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)