El 31 de diciembre de 2007 fue la última vez que Oscar habló con su mamá desde Cúcuta, ciudad a la que se había trasladado desde Fusagasugá para buscar mejores oportunidades laborales. Su familia lo buscó incesantemente, pero solo hasta septiembre de 2010 el CTI de la Fiscalía de Fusagasugá les daría la respuesta del paradero de Oscar. De acuerdo al Ejército Nacional, el Batallón de Artillería La Popa No.2 habría “abatido en combate” al muchacho junto a otros dos hombres, por ser presuntamente “integrantes de bandas criminales”.
Oscar Alexander no era un criminal, él, German Leal Pérez Octavio y David Bilbao (los otros dos muchachos asesinados) habrían sido engañados por un informante que trabajaba con el Ejército, quien les prometió un trabajo con esa institución. Pero en realidad fueron ejecutados, presentados como miembros de bandas criminales dados de baja en combate y sepultados como NN en el cementerio alterno de El Copey, Cesar.
La inocencia de estas tres víctimas se evidencia en que no existen pruebas de su vinculación con bandas criminales. Además, pese a que en el reporte se señaló que uno de ellos había disparado armas de fuego contra los militares, las pruebas técnicas arrojaron que su cuerpo no tenía rastros de haberlo hecho. Por otro lado, los documentos oficiales que dan cuenta de la operación en la que supuestamente habían sido vencidos en combate, fueron alterados para dar un falso aspecto de legalidad.
Actualmente la investigación penal se encuentra paralizada por la negligencia de la Fiscalía 90 de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, que a pesar de las distintas solicitudes de las víctimas no ha hecho las diligencias y recaudo de pruebas pertinentes, lo cual perpetúa la impunidad y la ausencia juzgamiento y sanción de los responsables.
Por solicitud de las víctimas, la Jurisdicción Especial para la Paz ha llamado a varios de los militares involucrados en los hechos, algunos miembros del Ejército han manifestado un relato carente de credibilidad y contrario a las confesiones que han realizado otros comparecientes sobre estos y otros casos. Sin embargo, muchos otros implicados deben ser llamados ante la los entes judiciales.
Por su parte, la familia Morales Tejada ha solicitado el pago de la sentencia contencioso administrativa que reconoce la responsabilidad del Ejército - Ministerio de Defensa por el homicidio de Oscar Alexander, sin embargo, transcurridos cuatro años de estar en firme la decisión, el Ministerio no ha cumplido ni ha dado información al respecto.
Igualmente, las víctimas y EQUITAS, organización enfocada en antropología forense para graves violaciones a los derechos humanos, han solicitado la búsqueda de los restos de Oscar, German y Octavio que reposan en el cementerio alterno de El Copey. Es necesario hacer una inspección en la totalidad del terreno y levantar todos los cadáveres que allí reposan que hayan sido producto de un combate con el Ejército, pues de acuerdo a la información que se ha recaudado en la investigación penal, varios de ellos pueden corresponder con ejecuciones extrajudiciales modalidad “falsos positivos”. Se ha pedido a la Fiscalía General de la Nación, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y a la Jurisdicción Especial para la Paz que garanticen la recuperación de los restos que se encuentran en riesgo por intervenciones en las fosas, ordenadas por la alcaldía del Copey[1].
Después de catorce años de exigir justicia, reparación y buscar la verdad y a los desaparecidos, la familia Morales Tejada solicita que las entidades encargadas de resolver los casos de Oscar Alexander, German y Octavio, así como en tantos otros perpetrados por miembros del Batallón de Artillería No. 2 la Popa, asuman su responsabilidad y muestren resultados.
Comisión Colombiana de Juristas
16 de enero de 2021
[1] https://www.coljuristas.org/nuestro_quehacer/item.php?id=356