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Heroico

Jueves 15 de mayo de 2014

Por: Gustavo Gallón Giraldo en El Espectador


“Yo estaba ayudando a salvar el país, soy un héroe”, le dijo a la Fiscalía el hacker Andrés Sepúlveda, al responder las acusaciones de espionaje ilegal.

Según le reveló a la revista Semana, lo obsesionaba la idea de derrotar a las Farc y a “sus cómplices que actúan en el campo y en las ciudades sin uniforme”. Por eso mismo le encantaban “la milicia, las armas, la guerra”.

Esta distorsionada idea de heroísmo corresponde a la “mentalidad contrainsurgente” que el último informe de la alta comisionada de Naciones Unidas en Colombia señala como un fenómeno predominante en el Estado y la sociedad colombiana y como uno de los principales problemas que deben reformarse, con o sin acuerdo de paz, para superar la crisis de derechos humanos en el país, que continúa siendo grave.

La mentalidad contrainsurgente es un fenómeno difícil de enfrentar por diversas razones. De una parte, porque está basada en planteamientos simples (como el maniqueísmo de considerar enemigo al que piense distinto), que resultan de fácil asimilación para seres de talante rudimentario, como el hacker, que abundan. De otra parte, porque esa mentalidad está profundamente arraigada en la fuerza pública colombiana, y reglamentada en los manuales de contrainsurgencia, plagados de instrucciones para actuar contra activistas sociales y armar a civiles en “grupos de autodefensa” que actúen contra quien piense diferente. Además, porque resulta cómodo imaginarse hacer la guerra combatiendo a la población civil desarmada (“sin uniforme”, según el hacker). Por ello fue fácil para los paramilitares reclutar jóvenes amantes de las armas y de la milicia, como el hacker, para masacrar campesinos, sindicalistas, indígenas, afros, defensores de derechos humanos, mujeres, LGBTI y otros individuos o grupos inermes.

El hacker, por su parte, optó por vincularse al anterior gobierno, luego al actual gobierno, y ahora a la campaña electoral de quien él consideró que presidiría el futuro gobierno, y hacer la guerra atrincherado en una oficina del Parque de la 93 en Bogotá, interceptando comunicaciones de manera ilegal, tal como lo han hecho los organismos de inteligencia del Ejército, de la Policía, del DAS y oficinas paralelas, como “Andrómeda”, donde muy probablemente ha hecho carrera este héroe.

Cómo no pensar que estaba ayudando a salvar el país, si actuaba de conformidad con la mentalidad contrainsurgente predominante en la sociedad. Para esa mentalidad “heroica” la violación de la privacidad no es grave, ni es grave tampoco la violación de los derechos políticos, pues la dirigencia colombiana no los considera fundamentales, según lo expresaron altos voceros del Gobierno al decidir que las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana no eran vinculantes sino en relación con el derecho a la vida (aunque este último se viole masivamente por motivos políticos en Colombia).

Las y los candidatos presidenciales deberían explicarle al electorado qué harían en relación con la mentalidad contrainsurgente predominante en nuestro territorio. Lograr cambiarla sí que sería heroico.

Acerca de Gustavo Gallón Giraldo, Fundador de la Comisión Colombiana de Juristas

Defensor de derechos humanos. Abogado de la Universidad Externado de Colombia.

Diplome D'Etudes Approfondies - D.E.A. en Ciencia Política de la Universidad de París I.

Estudios de doctorado en Sociología Política de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (1976-1983).