Por: Gustavo Gallón Giraldo en El Espectador
"Las Naciones Unidas y todas estas organizaciones están para apoyar a los países en la institucionalidad. En eso soy una convencida. Si uno no apoya a los países no puede pretender que mejoren. Y la ONU es exitosa y la OEA es exitosa cuando se van de un país, no cuando se quedan. Si se quedan es porque el país no ha podido salir al otro lado, y eso lo voy a seguir diciendo". Tres reflexiones, al menos, cabe hacer frente a estas declaraciones de la canciller en la entrevista de Caracol y El Espectador el pasado lunes [1].
¿Acaso las Naciones Unidas no apoyan al país? En 1996, la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, por consenso y con la aceptación del Gobierno de Colombia, pidió al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos "establecer cuanto antes una oficina permanente en Colombia con el mandato de ayudar a las autoridades colombianas a elaborar políticas y programas para la promoción y protección de los derechos humanos y de observar las violaciones de los derechos humanos en el país, presentando informes al Alto Comisionado" y a la Comisión [2]. La Oficina del Alto Comisionado en Colombia ha cumplido ese mandato a través de cursos, conceptos, discusiones, informes y acompañamiento permanente. Si eso no es apoyar al país, sería bueno saber qué otra clase de apoyo anhela la cancillería.
En segundo lugar, ¿considera la cancillería que el país ha "salido al otro lado" en materia de derechos humanos? La Comisión de Derechos Humanos decidió ordenar la creación de la mencionada oficina por preocuparle "profundamente las violaciones del derecho a la vida", "el gran número de casos de desapariciones", "el alarmante nivel de impunidad, en particular en lo que respecta a los abusos cometidos por agentes públicos que en la actualidad están sujetos a la jurisdicción de tribunales militares", "la persistencia de la práctica de la tortura" que "raramente se castiga", y "para asegurar el seguimiento y la aplicación de las recomendaciones de los relatores (...) y grupos de trabajo [que] sigue siendo insuficiente". Idénticas preocupaciones continúan expresando los Comités de vigilancia de los tratados sobre Colombia [3], así como los Relatores de Naciones Unidas [4], en sus más recientes informes. Hoy hay preocupaciones adicionales, como el desplazamiento, la discriminación contra indígenas y afrocolombianos, la violencia sexual, las prácticas criminales del DAS, la falsa presentación de civiles como guerrilleros muertos en combate, entre muchas otras. Es un poco prematuro hablar de éxito en estas circunstancias.
En tercer lugar, ¿está pensando seriamente la cancillería en que las Naciones Unidas o alguna de sus dependencias se vayan del país? Sería grave para las víctimas, que necesitan garantías para que se reconozcan los derechos que les han sido violados, y para que no se les sigan violando. Sería grave para el Gobierno por incumplir compromisos internacionales. Sería grave para el país por privársele de un valioso apoyo para superar la crisis de derechos humanos.
Una inquietud más: ¿también está pensando la cancillería en que se vaya la OEA?
[1] "Aquí no puede venir cualquiera a hablar con los grupos ilegales": Holguín. En Noticias Caracol, octubre 03 de 2011.
[2] Declaración del Presidente de la Comisión de Derechos Humanos sobre Colombia, en Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Informe del 52° período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, documento de naciones Unidas E/CN.4/1996/177 (E/1996/23), 23 de abril de 1996, capítulo III, párrafo 24. Puede consultarse en Comisión Colombiana de Juristas, Colombia, derechos humanos y derecho humanitario: 1996, Bogotá, 1997, págs. 233 y 234 (fe de erratas: en el penúltimo renglón, donde dice "las actividades analíticos realizadas", debe decir: "los informes analíticos realizados").
[3] Naciones Unidas, Observaciones finales del Comité de Derechos Humanos sobre Colombia, COLOMBIA, doc. CCPR/C/COL/CO/6, 29 de julio de 2010; Naciones Unidas, Observaciones finales del Comité de los Derechos del Niño, COLOMBIA, doc. CRC/C/OPAC/COL/CO/1, 21 de junio de 2010; Naciones Unidas, Observaciones finales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre Colombia, COLOMBIA, doc. E/C.12/COL/CO/5, 7 de junio de 2010; Naciones Unidas, Observaciones finales del Comité contra la Tortura, COLOMBIA, doc. CAT/C/COL/CO/4, 4 de mayo de 2010; Naciones Unidas, Observaciones finales del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, COLOMBIA, doc. CERD/C/COL/CO/14, 28 de agosto de 2009.
[4] Naciones Unidas, Informe de la Experta independiente sobre cuestiones de las minorías, Sra. Gay MacDougall, doc. A/HRC/16/45/Add.1, 25 de enero de 2011; Naciones Unidas, Informe de la Relatora Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, Gabriela Carina Knaul de Albuquerque e Silva, doc. A/HRC/14/26/Add.2, 15 de abril de 2010; Naciones Unidas, Informe del Relator Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Philip Alston, doc. A/HRC/14/24/Add.2, 31 de marzo de 2010; Naciones Unidas, Informe de Relatora especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos en Colombia, Margaret Sekaggya, doc. A/HRC/13/22/Add.3, 1 de marzo de 2010; Naciones Unidas, Informe del Relator especial sobre la situación de los pueblos indígenas en Colombia, Profesor S. James Anaya, doc. A/HRC/15/34/, 8 de enero de 2010.