Litigio penal

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25 años sin Mario, Elsa y Carlos

Jueves 19 de mayo de 2022

Bogotá, 19 de mayo de 2022. Durante la madrugada del 19 de mayo de 1997, cinco hombres armados que se hicieron pasar por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía irrumpieron en la vivienda de Mario Calderón Villegas y Elsa Constanza Alvarado Chacón, ambientalistas y defensores de derechos humanos del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP). En la casa, ubicada en Chapinero (Bogotá), también estaba el padre de Elsa, Carlos Alvarado, quien también fue asesinado, y su madre, Elvira Chacón de Alvarado, que resultó herida. Iván, el hijo de Mario y Elsa, pudo sobrevivir al ataque gracias a que fue escondido en un armario.

Luego de retener al portero del edificio y a un joven estudiante que iba de salida, los hombres armados que iban vestidos de negro ingresaron al apartamento y dispararon contra su  familia que se encontraba reunida para festejar el día de las madres. La noticia enlutó, por ese entonces y durante años, no solo a sus colegas, amigos y familiares sino al conjunto de personas defensoras de derechos humanos en Colombia, para quienes esta tragedia se convirtió en una amenaza generalizada contra quienes luchaban por el agua, la paz, el territorio y el campesinado.

Hoy, con ocasión del aniversario de estos hechos violentos, recordamos a Mario, Elsa y Carlos, y hacemos un llamado para que cesen los crímenes contra las personas defensoras de derechos humanos y sus familias. Aunque ya han pasado 25 años y la violencia en ese entonces era todavía más radical, el panorama no es alentador en la actualidad: Entre el primero de enero y el 31 de marzo de 2022, según la base de datos de violaciones al derecho a la vida de las personas defensoras, líderes y lideresas manejada por la CCJ, 50 personas que lideraban causas sociales han sido asesinadas a nivel nacional.

Recordamos a Elsa, su trabajo como defensora, comunicadora y pedagoga de los derechos humanos y la ecología; a Mario, profesional en Filosofía y master en Teología, y su vocación por las causas sociales justas en favor de comunidades indígenas y campesinas; y a Carlos como padre, abuelo y cómplice de todos los sueños de su hija Elsa. Todos eran unos enamorados de la vida, buenos bailadores, de buen humor, sonrisa amplia, muy generosos y fraternales.

Su legado y labor alienta el trabajo que hoy llevan a cabo las organizaciones defensoras de derechos humanos; sus sueños han quedado sembrados en la memoria y en las luchas que todavía abanderan las compañeras y compañeros de las organizaciones en las que Elsa y Mario participaban.

Después de 25 años de lo ocurrido, la CCJ espera que los familiares de Mario, Elsa y Carlos puedan conocer la verdad de lo sucedido, para que los agentes del Estado que presuntamente participaron en los atroces hechos, entre ellos el coronel (r) del Ejército Jorge Plazas Acevedo, hoy compareciente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), sean identificados y judicializados y para que se brinden garantías eficaces de no repetición.

La Comisión Colombiana de Juristas expresa su solidaridad con Iván Calderón Alvarado, la señora Elvira Chacón y el resto de familiares, amigos, compañeras y colegas de Mario, Elsa y Carlos. Ojalá algún día en Colombia defender los derechos fundamentales no cueste la vida.

Comisión Colombiana de Juristas -CCJ- y Centro de Investigación y Educación Popular -CINEP-